Dicen que nadie muere de amor, quizá no literalmente, pero se muere de amor cuando a quien amas no te corresponde, y empiezas a perder la alegría por vivir, te cuesta demasiado esfuerzo poner un pie abajo de la cama para empezar el día, la ducha no se disfruta, los colores se tornan grises, huyes de la lluvia, no logras concentrarte en nada, repites su nombre una y otra y otra y otra vez, miras su fotografía y empiezas a llorar, se te olvida la sonrisa, las flores te parecen burdas, el cielo es vulgar, las canciones arden y la piel se te vuelve de cartón…
Morir de amor, es no conciliar el sueño, es fijar la vista hacia un punto sin entender nada de lo que pasa alrededor, es rezar para que el mundo deje de girar, es volverse silencioso, ermitaño, dejar de comer y que la poca comida que se lleva a la boca pierda por completo su sabor, es dejar de peinarse, es olvidarse de la propia apariencia, es bajar el rendimiento, es no saber si entendiste todo cuanto te quise decir, es despertarse a media noche angustiado sin saber porqué, es sentarse por horas viendo el mar sin observarlo, es ver la luna apagada…
Morir de amor, es arrancar una flor para deshojarla, es guardar coraje, desesperación, enojo, rabia, sin saber porqué, es llorar a plena luz del día, es tomar el teléfono y marcar tú teléfono y colgar antes de que suene, es escribirte cartas que nunca leerás, es beber alcohol a cualquier hora del día para perder la poca consciencia que queda, es ver como las fuerzas se agotan, es avejentarse en una hora lo que debería ser en 10 años, es jalarse los cabellos, es manejar sin rumbo fijo, es no pensar, no razonar absolutamente nada, es no caber en ningún lado…
Morir de amor, es hacerlo lentamente en agonía, es sentirse incompleto, roto, desgarrado, raspado, cortado, con todo a disgusto, sin importar que sea día o noche, verano o invierno, todo da exactamente igual, las horas pasan despacio, como metiendo una aguja en el pecho centímetro por centímetro hasta desangrarte por completo, y tu solo quieres que pase rápido que todo se termine, que ya nada sea, que ya nada cambie, quieres meterte al mar y caminar en él hasta que el agua cubra tu cabeza, o aventarte de un vacío y así terminar con todo…
Morir de amor, es no tenerte ya a mi lado, es el dolor más fuerte que se pueda sentir, es comprender que a otro será a quien le des tus besos y de solo pensarlo sentir que los celos te consumen la piel hasta las cenizas, es buscarte cada noche sin encontrarte, es maldecir mi existencia, es decir tu nombre cada vez con menos fuerza, que se me haya borrado el futuro, es tener miedo, tanto miedo de seguir despertando sin que estés conmigo, es vivir en la oscuridad, en el frío eterno, en un hoyo sin salida, en una cárcel de recuerdos y yo estoy muriendo de amor…
Cuando se muere por amor, se muere tambien por una ceguera que no deja ver el resto de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y animos.
No creo realmente que alguien pueda morir por amor, pero aveces es tanto el daño causado,que es como si estuvieses muerto. En muchas ocasiones la indiferencia lleva a una persona a sentirse invisible... Saludos cielo desde este pueblo infinito.
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